El fin del efecto cadáver

Hace dos años cuando la muerte del ex presidente Raúl Alfonsín catapultó la popularidad de su hijo, el escritor Martín Caparrós escribió una historia de ficción en la cual tres asesores de imagen de los Kirchner le proponían que se dejara matar para mejorar la percepción popular de su esposa.
Bueno, el tipo se murió de verdad y la popularidad de ella subió, pero tratándose del gobierno que cagó la mejor oportunidad que tuvo el país desde la segunda guerra la cosa no podía durar.

Empezó con un corte de luz generalizado el primer día que la temperatura subió de los 30 y siguió con una escasez de fondos en los cajeros automáticos provocada por un paro de un sindicalista amigo del gobierno y la falta de billetes de 100 pesos por causa de la inflación. Durante el feriado de ayer el entretenimiento preferido fue buscar el cajero que te diera algo.

porque no subcontratais el gobierno directamente a otros paises??? En España se nos da muy bien siendo una subcontrata de EEUU...